domingo, 8 de noviembre de 2009




Eso significa su nombre en idioma quechua (silencioso - chin -, fuerte - sinchi - y pequeño, diminuto - lla). Se trata de pequeños roedores de hábitos nocturnos, nativos de Los Andes, especialmente de Bolivia, Chile y Perú. Su piel es considerada la más suave del mundo, y es treinta veces más tersa que el cabello humano.

Te imaginarás entonces por qué se encuentran en peligro de extinción. Las chinchillas son buscadas por la industria peletera desde 1950, para convertirlas en abrigos, gorros, bolsos y otros accesorios. En nuestro país, en el año 1992, la población de esta especie no superaba los 6.000 ejemplares.

Su piel es considerada la más suave del mundo, pues es ¡treinta veces más tersa que el cabello humano!. Cada uno de sus folículos produce entre 80 y 120 pelos. Ningún parásito, como las pulgas o garrapatas, puede sobrevivir en ellas porque la densidad de su pelaje crea un ambiente muy sofocante. Más aún, este pelaje les sirve como sistema de defensa contra sus principales depredadores (halcones, mapaches, felinos y caninos), ya que al ser muchos pelos en un solo folículo, se mantienen unidos débilmente, y es por eso que cuando el depredador la atrapa, ellas escapan corriendo y el depredador se queda con el mechón entre sus garras.

¿Cómo cuidan esta extraordinaria piel? Se bañan en polvo o cenizas volcánicas para extraer aceite que se acumula en su pelaje.

Las adorables chinchillas son pequeños roedores de hábitos nocturnos (aunque se despiertan y juegan durante el día), nativos de los Andes, especialmente de Bolivia, Chile y Perú, y que pertenece a la familia Chinchilidae. Son parientes de las vizcachas.

Pero su sedoso y "defensivo" pelaje es tambien la causa directa de su muerte. Sucede que las chinchillas son buscadas por la industria peletera desde 1950, para convertirlas en abrigos, gorros, bolsos y otros accesorios. Sin embargo, su piel se usaba ya en el Imperio Inca y fueron muy admiradas durante la Conquista de América. Investigaciones arqueológicas han demostrado que los Incas las usaban como atuendo en sus trajes ceremoniales.

Posteriormente, la piel fue llevada a Europa por los conquistadores españoles, lo que significó un aumento indiscriminado de su caza, llegando casi a la extinción de este roedor. En el año 1923 se transportaron a California (EE.UU) 11 ejemplares de Chinchilla lanigera, provenientes del desierto chileno, dando inicio así a la explotación comercial de la chinchilla.

Pero a principios del siglo XX, los gobiernos de Chile y Argentina dictaron leyes de protección para restringir su caza, con el objeto de evitar la desaparición de la especie... cosa que sólo lograron parcialmente.

Su hábitat cuidado

En estado salvaje están en peligro, y los pocos individuos que quedan se encuentran entre las rocas y los agujeros de la cordillera andina, de donde son originarias. En el año 1992 la población de esta especie no superaba los 6.000 ejemplares.

La Reserva Nacional Las Chinchillas en la cuarta región de Chile (región de Coquimbo), administrada por la Conaf, es uno de los pocos lugares donde se pueden ver fuera de peligro. Se creó en 1983, en Auco, en la provincia del Choapa, y en sus 4.229 hectáreas se protegen, investigan y recuperan poblaciones de chinchilla lanigera en estado silvestre.

El cordón montañoso de la Reserva tiene una altura promedio de 850 metros sobre el nivel del mar y se caracteriza por pequeñas quebradas que toman una dirección noroeste en el sector occidental y una dirección norte en el sector oriental. Predomina una vegetación típica de zonas áridas donde abundan las cactáceas, especialmente en las laderas.

A la Reserva se accede por la ruta que une Illapel con Combarbalá, a 15 kilómetros al noreste de la ciudad. Esta ruta cruza la reserva en un tramo de 5 kilómetros.

Para conocer esta especie muy difícil de observar, la reserva cuenta con un nocturama que es único en Sudamérica y que simula condiciones nocturnas y permite observar siete especies de mamíferos nativos en su medio ambiente natural, así como a otras especies que conforman su hábitat.

Acerca de las Chinchillas

Pertenecen a la clase Mammalia, y a la Orden Rodentia. Se pueden distinguir dos especies de Chinchillas: la Chinchilla brevicaudata, que se distribuye en la zona cordillerana del norte de Chile, noroeste de Argentina, suroeste de Bolivia y sur del Perú, y la Chinchilla costina o Chinchilla lanigera, que es exclusiva de Chile.

Originalmente, esta última especie se encontraba en Chile en forma silvestre desde la II a la VII Región, pero en la actualidad sólo existen pequeñas colonias silvestres aisladas al norte de Illapel y en el sector de La Higuera, IV Región.

Después de un largo período experimental de mejoramiento genético de ambas especies, se logró obtener un animal más grande y dócil, de mayor fertilidad y prolificidad y con una excelente calidad de piel. Sin embargo, se sigue utilizando la denominación de Chinchilla lanigera para estos animales.

Se alimentan de plantas, frutas, semillas e insectos. En cautiverio son alimentadas a base de alfalfa, heno y comida especial para chinchillas, la cual es similar a la comida para conejos. Son traviesas y cariñosas. Miden entre 20 y 25 centímetros de largo, sin incluir la cola, y pesan de 750 gramos.

Son animales muy hábiles gracias a la estructura de sus patas traseras que, al ser más largas que las delanteras, le permiten realizar grandes saltos y acrobacias dignas de admiración.

Su permanente estado de nerviosismo les obliga a mantenerse en constante movimiento, sobre todo por la tarde-noche, debido a su noctambulismo, y se desplazan sin problemas en la oscuridad gracias a su bigote.

Hasta la época precolombina no se les llamó por su nombre actual, cuyo significado ha derivado en dos hipótesis. La primera, según el vocabulario de los quechuas, significaría silencioso -chin-, fuerte -sinchi- y pequeño, diminuto -lla-. La segunda hipótesis parte del envío que realizaban los aborígenes chibchas a España de pieles y lanas, concretamente a un pueblo de Albacete del mismo nombre.

Las chinchillas viven alrededor de 10 años en libertad. Como mascotas alcanzan hasta 25 años de edad. Son monógamas, y se reproducen todo el año. Las hembras son significativamente más grandes que los machos. Generalmente tienen entre 1 y 2 crías a la vez (pueden llegar hasta 4, pero solo en casos especiales). Su período de gestación se demora 111 días.

Debido a este período largo, las crías nacen completamente peludas, con los ojos abiertos y con dientes útiles, siendo capaces a las pocas horas de correr y saltar, y de comer comida solida.

También se han convertido en mascotas que gozan de popularidad en Norteamérica y Europa (especialmente España), donde han conseguido destronar al hámster. Son encantadoras y adorables, pero requieren una atención especial debido a sus características peculiares. Son extremadamente limpias, por lo que no dan mucho trabajo en cuanto a la limpieza y sus jaulas nunca huelen mal como las de otras mascotas.

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